Hideo Kojima saltó a la fama con Metal Gear Solid en 1998,
un juego que daría lugar a una larga y fructífera saga producida por Konami,
compañía de la que tras muchos años acabó saliendo por las malas para después,
crear Kojima Productions y aliarse con Sony para poder crear su última (y más
discutida) obra, Death Stranding, en 2019.
Para empezar a hablar de la figura de Kojima como creador de
videojuegos y que la gente lo entienda, habría que comenzar diciendo que es una
especie director de cine frustrado. En todas sus obras existe una gran carga
cinematográfica y se puede observar un uso cuidadoso, tanto de la banda sonora
creada para el juego como de las canciones de diferentes grupos que Kojima selecciona
y se van colando meticulosamente en cada escena. Se podría decir sin ninguna
duda que es el equivalente al director de cine tradicional pero aplicado a la
industria del videojuego y la cara más
conocida del mundillo.
A la hora de escoger las canciones de sus videojuegos, en
varias entrevistas ha dicho que en sus juegos aparece música que escucha en ese
momento en su día a día, por ejemplo, la última canción que aparece en Metal
Gear Solid se grabó en Gaélico porque por aquel entonces Hideo escuchaba mucha
música Celta, así mismo, en un juego con gran carga política y en el que
aparecen personajes de muchas etnias distintas, no vió sentido a que se grabase
la canción en inglés.
En su última obra,
Death Stranding, un grupo predomina por encima del resto. Se trata de Low Roar,
un grupo de synth-pop islandés que ha saltado a la fama mundial después de que
Kojima nos presentase su música en su obra. Para ponernos en situación primero
tengo que hablar un poco de lo que es Death Stranding, lo cual no es sencillo.
En un resumen muy resumido, el juego trata de manejar a un personaje que tras
una especie de apocalipsis, tiene la misión de ir uniendo a las bases de
supervivientes que quedan a lo largo de USA. Aunque suene raro, es un juego de
caminar de punto a punto llevando una carga determinada y haciéndote paso a
través del terreno sin perder ni dañar esa carga. Y aquí es donde cobra vital
importancia la música, en el juego estamos totalmente solos contra el mundo,
escalando montañas, o pegándonos grandes caminatas, no tenemos nadie a nuestro
lado salvo a la música. Esta aparece en ciertos momentos de esas caminatas y
sin que el jugador deje de manejar al personaje, empieza a sonar un tema
mientras la cámara se aleja un poco y llega a crear escenas realmente
cinematográficas. Death stranding es un juego en el que estamos solo nosotros
contra el terreno mientras Kojima nos va enseñando sus últimos descubrimientos
musicales, el propio Kojima reconoció que descubrió a Low Roar cuando empezó a
diseñar este juego. Es como si fuese un
viaje en coche con un amigo que te enseña el último disco que acaba de escuchar
y le ha gustado tanto que necesita compartirlo contigo, una sensación
magnífica.
Hideo Kojima y sus videojuegos no han dejado indiferente a
nadie, cuanta con muchísimo público que lo trata de genio y otro tanto que lo
odia, por básicamente, hacer lo que el quiere y no lo que pide el usuario, es
decir los miles de juegos que ya hemos visto una y otra vez y que se repiten
hasta la saciedad. Yo soy más de los primeros y si algo tengo claro, es que un
juego de Kojima tendrá algo interesante que decirme e irá acompañado por buena
música.
-Jorge Ángel Martín
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